lunes, 13 de octubre de 2014

SER MADRE

¡GUAO!...  ¡ES VOLVER A NACER! …
Es el inicio de una nueva vida, porque en el momento del alumbramiento ocurrió dentro de mí una explosión de emociones y sentimientos extraordinariamente maravillosos e inexplicables, que cambiaron mi visión y misión en este mundo. En ese momento Dios me colocó en las manos una herencia, herencia que debe permanecer  incorruptible y próspera hasta el momento en que entregue  cuentas al creador.
Es un camino que tengo el privilegio de andar, por lo tanto pido al Todopoderoso  la sabiduría para aprovecharlo y disfrutarlo al máximo, un camino que día a día me lleva a la felicidad, la  honra, la riqueza y por ende a una satisfacción plena, al punto de poder decir; noche a noche, ¡GRACIAS SEÑOR!, en medio del éxtasis que produce haberlos abrazado, besado, escuchado, orientado y reído de las ocurrencias y situaciones que enfrentaron, durante el día.
Saber que ¡SON PERFECTOS!, NO INFALIBLES, sencillamente perfectos. Sus debilidades me fortalecen, sus errores me llenan de sabiduría, sus indecisiones me hacen firme, sus locuras me llenan de cordura, sus caídas me sacan músculos de paciencia, tolerancia y misericordia incluso para con otros… Son la mejor cátedra en la formación del mi carácter.
Cualquier cosa que escriba, no describe la experiencia de ser madre, Dios me ha bendecido con unos hijos extraordinariamente regulares, llenos de niñez, adolescencia y ahora de juventud, por ellos he sido y seguiré siendo el canal más confiable que les muestre la grandeza de Dios, poeta, cantante, modista, coreógrafa, bailarina, animadora, psicóloga, científica, incluso ridícula, lo que sea necesario para que se realicen cada día de sus vidas y alcancen cada uno de sus sueños; porque el mío ya es realidad...SER MADRE…
Elinor  de Pérez
Mamá de Abigail y David


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