martes, 14 de octubre de 2014

Mi pequeño David Alejandro

Nació el 10 de junio, no era su día según él médico, pero para Dios si, nos fuimos a la clínica a realizar los exámenes preoperatorios y la mayor sorpresa: David quería salir.
 Nació a las 1:55 de la tarde, con un llanto impresionante, un peso de 3.270 Kilos y 52 de talla, en ese momento sin duda mi corazón me indicaba que algo pasaba, a las 5 de la tarde me llevaron a mi hermoso bebé a la habitación y pude comprobar lo que mi corazón me indicaba. Oh Dios era tan bello, tan grande, tan inocente, y mi corazón seguía latiendo diciendo algo pasa “presentimiento de madre”. Así fue, David Alejandro Nació con Síndrome de Down. Fueron 15 días de depresión intensa y lo miraba, lo disfrutaba, me enamoraba más de él y me dije “no lloro más, tengo que seguir adelante,  mi esposo William, Andreína, William Eduardo y David Alejandro me necesitan, comprendí que la vida no se detenía, que ahora más que nunca mi vida tenía más importancia y me comprometí conmigo misma y con mi familia a mejorar cada día más.
 Un día alguien me dijo que mi vida no iba a ser nunca igual, y esa persona tiene mucha razón, porque esta experiencia que estoy viviendo me ha permitido ver la vida con otros ojos y en este camino he conocido  personas extraordinarias.
Mis tres hijos han sido un regalo muy grande que me ha dado Dios, ahora comprendo que los tres son hijos especiales, Andreina y William me han dado muchas satisfacciones académicas, sin dejar de mencionar sus grandes cualidades humanas y David que es la luz que necesitábamos para ver más allá de lo que nuestros ojos nos permiten ver, el nos ha enseñado lo que es tolerancia, amor, igualdad y sobre todo pureza. Ahora Dios me regalo la dicha de ser abuela y me dio a la nieta más hermosa del mundo. Paola, ella ha sido el mejor estímulo que David tiene, igual que su papi y sus hermanos Andre y William y no puedo nombrarlos a todos, pero David tiene una familia muy hermosa y amigos que lo llenan de amor día a día.
 Sé muy bien que Dios nos envió a David para unirnos más. Él sabe lo que hace y nos escogió a nosotros, porque sabía que tenemos mucho Amor para darle, David cuenta con su padre, madre y sus hermanos y saldrá adelante con la ayuda de Dios y la de su familia que lo ama.
 David HOY ya tiene 10 años, es un niño curioso, aprende y juega, como todos los niños de su edad, ya está iniciándose en la lectura, escribe su nombre, le encanta la computadora, el Wii, el Play  y su DS, va a la escuela inclusiva, practica natación, asiste a clases de música, pintura, hace teatro, ósea, lo único que lo diferencia, es que tiene síndrome de Down.
 El, al igual que cada 700 personas en el mundo, nació con ojos almendrados, rostro ancho, manos pequeñas y un coeficiente intelectual un poco menor al promedio, producto de un accidente genético, que hizo que sus células tengan 47 cromosomas en lugar de 46, como es lo normal.
 Su nacimiento fue un verdadero impacto para nosotros en un comienzo, pero la angustia duro poco y, en su lugar, llegó la alegría de tener a este hijo tan especial entre nosotros y el compromiso de sacarlo adelante para que se desarrolle plenamente.
 Lo único que nos queda claro es que hay que salir adelante por él, no nos podíamos sentar a llorar y preguntarnos por qué a mí. Sabemos que no es fácil, pero no imposible, que existe mucha discriminación en la sociedad, pero para mí, a título personal en estos 10 años de vida con David, puedo decir con mucha propiedad que un niño con síndrome de Down tiene toda las posibilidades que el mundo pueda otorgarle, sólo si su familia lo acepta en forma real, con todas sus virtudes y defectos y comienza a trabajar en su desarrollo de una manera activa, con mucho compromiso, constancia y sobretodo amor.
 Se dice que la vida te da penas y alegrías. Puedo decir con propiedad que las penas debemos dejarlas de lado y disfrutar al máximo las alegrías que nos da la vida. Soy madre de tres alegrías, cada una especial e indispensable dentro del entorno de mi hogar.
 Pienso que el que no ha tenido un niño con habilidades diferentes no ha experimentado como se siente hinchar el corazón, casi a punto de explotar cuando ese niño te muestra sus logros… en realidad desconoce una forma de amar muy especial. DAVID LUNA TE AMO.

Elka Rodríguez. Mamá de David

David Alejandro te amamos con toda la fuerzas de nuestros corazones,
TU FAMILIA



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